El mundo a su hora
El mundo, en su gran paradoja
Nos muestra una desigual constante,
Los que nacen y los que mueren al mismo tiempo
Y a la misma hora donde unos protestan
Y otros suplican.
En esta unívoca locura de gente
Nadie aún ha podido interceptar ni presentar
Su queja en un único punto.
La historia de nuestra naturaleza
Es la misma historia de la selva: unos que se matan
Por encima de otros que se matan y conforman
Una vasta línea de poder que se traspasa
En distintas épocas.
El mundo de la dualidad es el nuestro.
Descubrimos la gravedad y ahora somos ella
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Este poema participa en el
III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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