POEMA II
Soledad, te acercas poco a poco
me engulles como una llama
mostrándote fría y ansiosa, por envolver mi alma,
a veces te entiendo, otras sin embargo
me das ¡tanto miedo!,
a veces quisiera buscarte, y otras tantas
quisiera alejarte, porque siento
que eres capaz de matarme;
Y tu, insistes para entrar en mi vida
y atraviesas mi alegría con tu manto tenebroso
te haces dueña de mi vida.
Soledad, ladrona de mis días y mis noches,
te disfrazas de amarguras y reproches
mientras una lágrima apagada
yace en mi corazón, quebrada.
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Este poema participa en el III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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