15/4/10

POEMA de JESÚS APARICIO GONZÁLEZ (XV)

EN EL CENTRO DEL AGUA

En el centro del agua
está el germen del fuego,
la palabra que bebe
en lo oscuro su sueño.
En el vientre del mar
el silencio se mueve
y en su fondo va abriendo
la palabra que crece.
La palabra madura
bajo tierra en la noche
mientras su luz espera
al gallo que la nombre.
Ya se eleva su forma
cual ciprés entre nieblas,
llama al cielo esa lanza,
toca un punto una estrella.
Allí encuentra sentido
y alguien se hace su dueño,
clara y breve la vive
sin dejar de ser sueño.


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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de ANAÍS PÉREZ LAYED

DEMASIADO COBARDES

No era posible,
ambos éramos
demasiado cobardes
para escucharnos.
Para no herirnos,
creando posibilidades.
Escondíamos nuestro
lagarto rojo y verde
enterrándolo en la hojarasca
de una risa infantil.
Blanda como el lecho
donde duerme la luna
si la mecen las nubes
entre algodones blancos.
Allí se suicidaba nuestro vientre,
mudo y ciego
mientras estallaban a escondidas
millones de amapolas
gritando,
ámame, desesperadamente.

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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de JAVIER YAGÜE CRIADO (VII)

DESAMOR

Y tú,

morada del deseo,

en tristes liturgias perdidas,

teñiste con sangre tu espada,

arrancaste de un pecho la vida.

Y ahora,

con sangre en tus labios imploras

amor a tu alma cautiva.


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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

14/4/10

POEMA de REYNA CECILIA MARTINEZ

EL AMOR DE UNA MADRE

puedo olerlo a esto sabe la derrota
puedo sentirlo y lo siento
te siento pero sentirlo no basta
y lo digo como se dice nada
y lo siento aunque ya no sienta nada
me despeina la cara
y eso es lo que me despierta en las madrugadas
que te puedo decir que no sepas
como mentirte si ya no encuentro mas promesas
si se fueron con las hojas secas
si me quede sin nada y ahora lo tengo todo
y puedo olerlo y sentirlo aunque no pueda decirlo
es solo esta sensación de que todo se acaba
que golpea y deja un sabor amargo en la mañana
porque te siento mas te busco y no te encuentro
estoy mojada y no se si ha comenzado a llover dentro de la casa
o si estoy afuera y el agua simplemente se resbalaa
es un todo, una espiral sin sentido
que huele a ti pero no sabe a nada.

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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de PASCUAL MUÑOZ RAMOS (II)

EL AMOR DE UNA MADRE

“El amor de la madre es el símbolo
supremo del amor humano”
El símbolo mayor de amor humano,
sin duda, de una madre es recibido,
el mayor que jamás haya existido,
entero, universal y soberano.

Supremacía es de amor cristiano,
prolongación de su propio latido,
parte de su cuerpo enorgullecido
y carne viva de su cuerpo humano.

Es sin duda un amor perseverante
que va desde el pasado hasta el presente
sin cesar ni un momento ni un instante.

Como llama de amor, siempre encendida
que funde de manera permanente
la vida y el amor, amor y vida.

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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de PASCUAL MUÑOZ RAMOS

LAS ROSAS Y TUS OJOS

Y me contaron un día,
que tus ojos relucían
al contemplar una rosa;
-es verdad que es preciosa-.
Y si brillaron tus ojos,
yo te enviaré un manojo,
pues tengo bien entendido
que unos ojos encendidos
son tan bonitos y bellos
y despiden tal destello
que atrapan sin compasión,
y es tan grande mi ilusión
por ver tus ojos brillar,
que quiero que brillen más
enviándote, preciosa,
este manojo de rosas.

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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de JAVIER YAGÜE CRIADO (VI)

AL FINAL

Mi amor,
que sonríe de forma grotesca
que se queja, aunque nunca protesta,
que amor tan mezquino,
manchado de sangre,
regado de vino.

De mi amor estoy cansado.
Triste y lloroso lamento.
El poeta desesperado.

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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de JAVIER YAGÜE CRIADO (V)

A TI. GLORIOSA LUZ DE MI DESEO

A ti, a ti, siempre a ti
hasta que me muera.
A ti perversa diablesa del mis mil posesiones,
enfermizo deseo de mis mil devociones,
blasfema belleza encarnada en mujer,
de rojos labios que con dulzura cruel
elevan mis infiernos y los dejan caer.

A ti, borrosa prisión de mis mil sentimientos,
hechicera nocturna, ladrona de alientos.
A mis alcoholes, a mis amores, a mi errores
y a todo lo que por ti,
mi alma ha destronado y convertido en tragedia.

A ti, que se sepa,
que corra el aire y nos hiera
y no lleve para siempre,
dejando con sangre
arañados estos papeles…
y que la perversión de mi amor
grite de rabia y dolor
por los lodos, de los siglos de lo eterno.

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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de JAVIER YAGÜE CRIADO (IV)

SABED CON QUIEN HABLAIS

Cruz del Asta soy,
Cruz del Asta y así os lo comunico.
Sarcófago de iniquidades,
esperpento español,
río de huesos,
voz de sangre,
lamento etéreo que perfora e inunda.

Escuchadme, llorad
y regad con agua
las mil heridas del lamento.
Dejad que vuestro corazón se despeñe
en las cascadas del amor.

Cruz del Asta soy,
Cruz del Asta y así os lo comunico.

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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de JAVIER YAGÜE CRIADO (III)

ETERNUM

Las grietas se abren,
él frío cristal
estupra vírgenes
con candor filial.

El triste ulular del viento,
esconde sordas melodías,
que de las oscuras mansiones proceden.
que sus fétidas bóvedas vomitan.

El frío se esconde entre ramas,
agua salpica la noche,
báñase la luna vestida
en un claro remanso del bosque.

Oscuros hospitales se derrumban,
entre voces de muerte, de gente,
y gritan los gritos de grajos
y graznan las grullas de agua.

Silencio y tiempo infinito,
secáronse los ríos del odio
y matan los peces del hambre,
los pescadores del monte Brumario.

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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"

POEMA de JAVIER YAGÜE CRIADO (II)

SILENCIOS DEL ORFEÓN NEGRO

Cascabeles encendidos rugen letanías en la noche,
luciferes ensangrentados elevándose en el infinito
y terremotos en las cabezas
y derrumbamientos en las palabras.

Es fatiga, es sentimiento,
Remordimiento, ¡idolatría!

¡Cállate ya ser infame!
¿Quién eleva plegarias al viento?
Yo piso el manto de la impura,
infinitos cayéndose a mi paso,
esqueletos que surgen de entre el lodo.

Hay ponzoña en las tinieblas,
carnes del infinito.
abrazaros a mi gozo mortales
bailemos cánticos negros.

Rumiantes de dos cabezas
serafines impuros y negros,
decrépitos escritos acrisolados,
crines de caballos execrables.

Caminos de lujuria desmedida,
brújulas estrujando mil jirones
y gigantes que en su peso ya aplastado
gritaban agonías pasajeras.

Queda el yo, pero no es nada,
Y quedas tu, ¿O ya no quedas?
Esperando mil quimeras trasnochadas,
practicando estridencias entre estrellas.

Qué pasajes ya pasaron por tus manos,
qué pasajes ya gimieron ante el llanto,
los que ahora te acorralan y te acechan,
Las batallas del amor y un parco cielo.

(poema fuera de concurso)