HENARES, RÍO Y VIDA
¿Dónde vas tan corriendo, niño río?
Sonríele al Doncel y deja luego
El breve son de tu color paniego
Retratado en el rancio señorío.
Caudal por loca avena y amorío,
Serás —si adolescente y andariego—
Afanosa corriente en largo riego,
Canción de alcarria y de campiña brío.
Manso espejo por la urbe mendocina,
Dirás adiós —de miel ebrio y de espuma—
A tu patria en grandeza dibujada.
¿Después? Verte ser agua alcalaína,
Claustral a ciencia cierta, a vuelapluma,
Padre Henares remando hacia la nada.
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