UN NIDO NUNCA MUERE
Un nido nunca muere.
Se hace
alma
con el alma del árbol
y lo arranca de sus límites
y despega
buscando su otro sol
y lo conduce al agua primigenia
y cuando el tiempo
da la vuelta….
ese pájaro que abre
por primera vez
sus ojos
asombrados
acarrea en el pico la semilla
de lo que será
un bosque.

Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"