PRESENTIMOS QUE UN BESO
presentimos que un beso
su rastro
quizás podría detener la muerte
las bolas
de
goma
no osarían tocarnos
porque nuestras manos al rozarse
habían frotado la lámpara maravillosa
que contiene todas las posibilidades
y todo lo pudimos
era sé una vez
la flecha del uno en el otro sin herida
aquella mañana en Lavapiés
al tiempo que la caricia
dio comienzo la Historia
regresaba la luz
la oscuridad
perdía
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