EL CAMBIO
Mi dios presente en mi abismo.
Mi diosa la santísima.
Mi objetivo, la cima,
donde algún día pise.
Mi fe, el dolor.
La extinción de mi llanto,
mi rebelión.
La pureza,
mi olvido.
Mi prioridad,
el sacrificio.
El brillo de mis ojos desaparece.
El blanco de mis ojos se pinta de tinto.
Mi transformación comienza.
El reloj gira con lentitud o hacia atrás,
con recuerdos débiles.
Con cada latido extinto,
avanza, volviendo paso a paso hacia la cima.
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