MI FUERZA: EL DOLOR
Puedo permitirme fracasar,
cruzar mis brazos y dedicarme a llorar.
Sentir mi soledad,
cobijarme con la amargura.
Desear mi muerte,
esperarla cada amanecer.
Descuidar mi mundo,
y olvidarme de todas las personas.
Mi dolor, fuente que me da fuerza,
dice: ¡No!
El placer de seguir sufriendo
lo toma mi inspiración,
y mi agonía la disfruta mi no compasión.
Puedo ser tan frágil
como la rama de un árbol seco.
Mi dolor hace que sea fuerte
como un joven paraíso,
verde e imposible de quebrar.
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