POEMA de CRISTINA DEL VALLE BOSSA - 2

“La loca de Querétaro” Eternamente enamorada, alteza privilegiada, el sino de su vida, la convirtió en desdichada. Notable en su belleza, cuajada de nobleza, una pared agujereada, palideció su entereza. Se acercó a su cuerpo inerte, junto a la sangre derramada, y cogiendo un relicario, la guardó, cual desquiciada. Regresó con él, yaciente, abatida, desolada. El Águila Bicéfala, impávida, la esperaba, derrotada. Clausuró sus ventanales, se cubrió de luto eterno, acalló su voz cansina y volvió su cuerpo yermo. Asió su antiguo breviario, se sentó quieta en la silla y cual fulgor en su juicio, recordó el féretro en la quilla. Se recluyó sola, a oscuras, acechada por sus hados. No vio el esplendor del sol, ni los cielos estrellados. Se aletargó en sus recuerdos y alejó a los sirvientes. Maximiliano de Habsburgo, la reclamaba impaciente. Insensible e impiadosa, se menguó su lozanía. Su mente perturbada, conservó su hidalguía. Partió marchita y añosa, evocando en su delirio, el fatídico final de su esposo, en el martirio. Se durmió en su cuarto lóbrego, con la sangre de él guardada. No murió en Austria la loca. ¡Fue ella la fusilada! --------------------------------------------


Este poema participa en el III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"