HIJO
Volá... muy lejos.
Corré... siempre hacia el viento.
No tengas miedo a equivocarte.
Tu vida me llena el corazón,
tan orgulloso de vos.
En nuestras páginas y cuentos
tantas veces viajaremos juntos.
Tu alegría, tu llanto, tu risa contagiosa,
me hacen nacer de nuevo cada día
y darle gracias a Dios eternamente
por cada momento a tu lado.
Sos lo que tanto esperé y quiero darte
lo mismo que alguna vez me dieron.
Que en tu camino siempre te acompañen
la sombra de tus sueños y mis huellas.
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