REQUISITORIA
Refúgiame
no me dejes en el limbo de la tibia ternura
temerosa de la noche con su costumbre de sueños.
Sacúdeme
con algo inesperado, el duende de la risa
o esa palabra fresca cuando el amor inicia.
Rescátame
del fondo del espejo, donde quedé tejiendo
con hilos de la lluvia mi vocación de pájaro.
Acércame
a tu estación de ahora, a los rieles que te llevan
a la trastienda oscura de tu mirar callado.
Alójame
en el cuenco de tus manos encendiendo una bengala
que borre las sombras, que aleje los miedos.
…Y abrígame
que en mi corazón desnudo
han brotado jazmines de escarcha
amor…y ¡tengo frío!
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