Hijo, tuyo es el Mundo. Una quimera.
¿Realidad? ¿Fantasía? Todo o nada.
Una Luz que se enciende en la alborada
y una Sombra, al crepúsculo, postrera.
Tuya es la canción de Primavera
verdeciendo en la tierra calcinada,
el agua viva que se fue pasada,
la de ahora y la lluvia venidera.
El Mundo —entre tus manos— sea un sueño,
en realidad, como feliz diseño
de la humana aventura delirante.
Hijo, por que se cumpla vive amando
y, libre, eleva el corazón cantando.
Tienes toda la vida por delante.
(De Muestrario de diarias emociones)
--------------------------------------------Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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