UNA LLAMADA EN PRISION
Una llamada en prisión que no llega
Se parece a esos buques repletos de tesoros que se hunden
a esas canciones que nos dejan no se qué brillo en los oídos
y yacen sepultadas bajo el silencio.
Una voz tuya que no me alcanza y supongo
Se debe quedar en tu mente como un amanecer contenido,
Constelado de pájaros y preludios celestes.
El recuerdo de tus labios que se mueven
Habita esta cárcel de murallas, rejas y cosas perdidas.
Amor en el sonido que no llega,
Hecho luminoso y profundo hasta en sus silencios,
Todas tus vocales de aire y agua
y tus acentos endulzados,
Se tardan, solo me llega a diario tu olvido y una promesa
Que derrama su insoportable ausencia.
No te tardes que en tu voz me llega el aire,
Que en tus palabras de silabas infinitas
Siento la voluntad de Dios y el vínculo perfecto
Uniendo tu voz y la mía
En un teléfono,
Igual como se une la tierra seca con la lluvia.
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