¿Qué infierno provocamos
para que el cielo queme?
¿Cuántas muertes llegaron
antes que las palabras?
Los ángeles están de rodillas…
no sé si Dios permite o hace
si puede cambiar
el irrevocable destino
de una bala
que ya disparamos.

Este poema participa en el III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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