A contrapelo
Cepillar la historia a contrapelo.
Pasar la astucia y la memoria por su ancho lomo.
Hacer que caigan las gordas garrapatas del pasado.
Reventarlas una a una con un puño hecho de manitos,
con una furia hecha de furores.
Escribir con la sangre magra nuestra historia
(considerando que los pueblos necesitan belleza además de historia).
No es esto deber de cronistas ni de historiadores,
es honor de poetas.
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Este poema participa en el
III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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