8/5/08

Las dos orillas

(A la muerte de Lorca, marcando un antes y un después)

"Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era."

Era la luna de plata,
diamantinas las estrellas,
los crepúsculos dorados
en arcoiris de perlas,
la tierra verde esmeralda
caricia de primavera,
y la brisa trascendía
a nardos y hierbabuena;
aromas de poesía
que respiraba el poeta.

"Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era."

Un temporal de huracanes
trajo vientos de tinieblas,
buitres de negro plumaje
y lobos de sangre negra,
que con la muerte en sus garras
van acechando a la presa.
Y, como paloma herida,
que siente su sangre abierta,
va derramando su vida
sobre la tierra sedienta.

"Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era."

Ya no hay lunas nacarinas,
ni atardeceres de seda,
ni tapices de esmeralda,
"ni diluvios de azucenas",
ni luceros que dibujen
auroras de violeta.

Se han marcado dos orillas.
Dos orillas que se enfrentan
entre ríos turbulentos
y horizontes de tormenta.
España, ¡chispa enconada!
explota en volcán de guerra,
y sella con sangre y luto
los pliegues de su bandera.

"Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era."

Este poema ha sido enviado por FRANCISCO RANERA, que participará en la jam session poética del viernes 16 de mayo

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