Pluma de esencia nívea a nuestros pies.
Quizás de blanca paloma dolida
que escapó por el aire estremecida
sobrevolando los campos de mies.
Sus alas la libraron de un revés
Al dejar triste pluma en su partida;
vestigio de libertad conseguida
con una brizna de aire en el envés.
El viento de la tarde la dejó
en el estrecho margen de una orilla
flotando entre la hierba renacida.
¡Un canto de esperanza me alegró
por la recién liberada avecilla
que dio feliz su pluma por perdida!
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Este poema participa en el III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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