Vivo o muerto, no sé si esta es la vida
que aquí se acaba o que después perdura,
si es sueño o sinrazón, mentira pura
o el frío andén para una despedida.
Me angustia estar jugando esa partida
—mano a mano, diaria, sin ventura—
contra el tiempo, que triunfa en su postura
y no hay ganancia en mi ocasión perdida.
Y es que no sé vivir de otra manera:
sin que la luz me venza a cada instante,
con la fe por el suelo donde piso.
Véngame la palabra verdadera
que dé razón a mi dudar constante
si esta vida es infierno o paraíso.

Este poema participa en el III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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