NAUFRAGIOS
Mi voz es tarde. Silencio.
Porque he visto arrastrar los cuerpos naufragados.
Los seis surcos en la arena.
Y tendidos,
sus ojos aun temerosos abiertos al cielo,
como si el mar nuevamente quisiera atraparlos.
Unas manos crispadas luchando olas imagino,
arañando aguas y vientos de poniente.
Unos dientes apretados que amenazan la derrota.
Y un pecho saciado de sal y de espuma.
El mar es un río demasiado grande.
Demasiado profundo. Demasiado cruel
para los que sueñan pan entre los peces.
Pero hoy es tarde mi voz.
Y hasta el silencio es tarde.
--------------------------------------------
Este poema participa en el
III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario