Paisaje
Una luna colgada de una nube
con un halo que presagia la tormenta
ilumina los árboles apenas dibujando sus sombras misteriosas.
Las luciérnagas alumbran parpadeando
los trigales enhiestos de los campos
y un poema de amor canta la noche con la ayuda de pájaros ocultos.
Confundido con aroma de los pinos,
un perfume de heliotropos, de lavanda,
se difunde en forma tenue en el ambiente
impregnando la noche como un manto.
Las estrellas veladas por las nubes no permiten saber nuestro destino
y perdidos en la noche sin fronteras caminamos tomados de las manos.
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Este poema participa en el
III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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