AGUA
Siempre el agua abrazando desde el cimiento vivo;
orillo de un pañuelo que sueña abrir los ojos.
En le infancia, el rumor de una fuente,
la sombra presentida de los pasos del agua,
Cuando era adolescente me suscribí a un arroyo,
como no era de verdad dejaba mucho juego,
podías meter los pies sin arruinar los calcetines,
y escribir con la uña el nombre de la amada, en un álamo,
que venía en el lote.
Mis aguas favoritas sin embargo
vienen de un sentimiento;
me crecen en el aire como si armaran cuerdas.
La lluvia paso a paso, calmada, sin rabietas,
cuando arranca a la tierra, pleno, cual un racimo,
su bienestar de barco que sabe a hierba fresca
y hace nudos por dentro, como si fuera un beso.
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