CUIDANDO SUS DEBERES
Empiezo un poema
y en la mesa se rompen
todos los castillos.
Interrumpen mi son
unos dientes de leche
que imaginan nombrar
el cielo de los cisnes.
Dos manos blancas sacan
punta a esa cerilla
que encenderá los soles
de un cuaderno infantil.
No he terminado un verso
pero hay canto. Mi hijo
ha puesto en el suyo
su primera palabra.
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