AUSENCIA
El tiempo dictó breve la sentencia,
juez supremo de amores y de olvido,
pronunciando la bruma de tu ausencia
cual eco de un ayer desvanecido.
Declinan las horas sin tu presencia,
una tras otra en el reloj vencido
como flores marchitas sin esencia,
evocando un te quiero sin sentido.
Galopan los recuerdos desbocados
a lomos de la tarde presurosa,
jinetes de la nostalgia elocuente.
Ávidos por la ausencia tenebrosa,
los besos en derredor deshojados
devoran ansiosos tu amor ausente.
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