YO SÍ ME ACUERDO
Yo sí me acuerdo; no había cables
donde las macetas vinieran a vernos.
Tú te llamabas, a lo lejos; los cristales se hacían
a diario y nunca se limpiaban.
Sospecho que tu mano era la tierra donde
un vuelo de semillas pensaba trigos veloces…
Como los arcoíris que aprenden de las fuentes.
Y que a tu nombre se asomaban,
tapias de enredaderas.
¿Dónde ese aire tan limpio?
Se gastan los zapatos y el alma con la misma calle
porque al final, los pies terminan pisando
las voces de los muertos.
Por las nieblas aquellas azules
donde el río se anuncia,
te veo.
Vivo de esa mirada,
de verte blanqueando lo silencioso,
lo que nunca nos hablará;
vuelo de siempre en un aire de nadie.
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1 comentario:
Muy bonito.
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