No sucumbiré a la espera, es mi gran deseo el poder abrazarte frente al mundo dentro de algún tiempo.
No sucumbiré al amor, te lo daré dosificado para que cada gota sea el néctar que tu alma no ha probado.
No sucumbiré al tiempo, me vestiré de Penélope y tejeré con hilos de oro nuestra historia.
No sucumbiré ante la impaciencia se tornarán firmes mis pasos y llegaré hasta tí con la esperanza de que aun me estés esperando, como ese día en el que nos vimos para no dejar de míranos, como el día que nos hablamos y las palabras fluyeron como gotas de manantial, frescas, vivas, profundas y hermosas.
--------------------------------------------Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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