RESURRECCIÓN
Un instante después de haberse muerto
se le abrieron los ojos asombrados
por una inusitada luz.
Sembró sobre la nada
su equipaje de cieno
y se sentó a esperar
en brazos del silencio
las rosas de otro mundo,
ebrio de claridad.
Recobró el tiempo azul de su infancia
y no bajó de allí.
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Este poema participa en el
I Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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